La pérdida dental puede suponer un problema en la boca ya que la función masticatoria se ve afectada. En muchos de estos casos, se opta para colocar implantes dentales para restituir la función bucodental.
La colocación de los implantes dentales es un procedimiento que se realiza de forma quirúrgica. El acto quirúrgico puede favorecer la aparición de efectos secundarios que en muchas ocasiones suelen cursar con normalidad.
El edema o la hinchazón suelen ser los principales efectos secundarios tras la colocación de los implantes dentales. En el postoperatorio temprano, hay un edema el cual puede controlarse mediante la aplicación de hielo de forma intermitente en la zona y mediante antiinflamatorios.
También pueden aparecer eritemas, llamados moratones. Se trata de respuestas normales que el cuerpo hace tras la intervención quirúrgica. Junto a esto, el dolor o sensación dolorosa suele ser frecuente. Gracias a los fármacos analgésicos, el dolor puede ser controlado.
Otro de los efectos secundarios puede ser la infección de la zona. Es conveniente realizar una buena higiene oral y seguir las pautas indicadas por el especialista para que los efectos secundarios sean los mínimos y que el postoperatorio curse con normalidad.